Muchos recordarán, no sin cierta dosis de humor, cuando, a partir de una encuesta realizada a mil editores de 30 países y difundida durante la Feria del Libro de Fráncfort 2008, se anunció que en 10 años el libro digital “jubilaría” el negocio del libro físico. Aunque esta profecía no se cumplió, durante la crisis sanitaria global producida por la COVID-19, el ebook ha demostrado ser un aliado imprescindible para sostener la industria editorial y navegar las tormentosas aguas de la pandemia.
Si bien ya antes del confinamiento el libro digital marchaba a paso constante, ha sido ahora cuando la digitalización de catálogos, la creación de audiolibros, la conversión a ebook, el e-commerce, etc. han experimentado un auge sin precedentes. Lo anterior se aprecia en un mayor número de contratos firmados, el aumento de los canales de distribución y la concreción de alianzas estratégicas como la lanzada recientemente por Ink it y Metabooks México para estandarizar metadatos y potecializar las ventas de nuestros editores.
Sabemos que el panorama editorial es complejo, pero estamos seguros de que el mercado digital es la respuesta ante la actual situación de confinamiento que vive el mundo; más aún: es claro que, para los editores que ya venían trabajando en el área electrónica, fue mucho más fácil adaptarse que para aquellos que, a raíz de la pandemia, han incursionado de emergencia en el mercado digital.
Para unos y otros, hoy existe la necesidad de ajustarse a las nuevas demandas de los consumidores y de diversificar las fuentes de ingresos. Por ello, en Ink it hemos puesto a su disposición una serie de herramientas que los ayudarán a aumentar sus ganancias y a fortalecer su presencia en el mercado digital: me refiero a conversión y distribución de ebooks y audiolibros, impresión bajo demanda (print on demand), creación de biblioteca digital o e-commerce… Con esto, queremos apoyar a los editores a poner en práctica una de las enseñanzas que ésta, como cualquier crisis, deja sobre la mesa: la necesidad de reinventarse, de innovar ante los cambios.
A 12 años de aquella famosa “muerte del libro impreso” (como la bautizaron algunos), ambos formatos coexisten armónicamente y los usuarios cuentan con una mayor oferta editorial para cada ocasión, tal como ocurre con la música (CD, vinilos, plataformas de streaming, etc.) o las películas y series. Los tiempos que corren demandan de los editores una diversificación de los productos y la posibilidad de consumo en línea. Hoy más que nunca, el mercado editorial necesita dar ese pequeño gran paso hacia la digitalización y mirar hacia el futuro de la industria, innovando para crecer.